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Autor: Blas González Sotelo

OSCURO


Acabo de recibir el fotolibro OSCURO de María Tudela. Si el acontecimiento fotográfico solo se completa cuando la imagen se materializa delante de un espectador y este la resignifica, este inesperado encuentro de hoy con el libro de María me confirma en la sospecha de que solamente reduciendo la distancia con la sustancia donde se contiene lo fotográfico se salvará la distancia entre la intención del autor y el entendimiento del espectador.

Las características hápticas de un libro (la textura y el olor del papel, la forma en la que reacciona al tacto o el modo en el que la tinta refleja la luz, el peso..) no son atributos que deban pasarse por alto cuando hablamos de fotolibros. Estos elementos nos ponen en sintonía con el mensaje que se contiene en el interior del libro y crean las condiciones que favorecen la recepción de las imágenes y enriquecen la experiencia del espectador. Cuando tuve el fotolibro entre mis manos y comencé a ojearlo, supe que “a pesar” del lúgubre título, en realidad la protagonista es la luz. Una luz tenue sobre la oscuridad…Y he utilizado las comillas, porque el propio título y el modo en que aparece impreso en la portada, negro sobre negro, son dos hallazgos sorprendentes… Para leerlo tienes que orientar el libro buscando el ángulo en el que la se refleje mejor sobre las letras y la luz revele el título. Para leerlo tienes que orientar el libro buscando el ángulo en el que la se refleje mejor sobre las letras y la luz revele el título.

Antes de este descubrimiento, ya me había apresurado a escribir en mi cuaderno de notas una primera impresión: “la luz es el acontecimiento que rasga la oscuridad”. También anoto la palabra “transiciones” y pienso en la luz como la sustancia que nos acompaña en el tránsito por la oscuridad. La luz que María Tudela maneja en este libro es una sustancia escasa e imperfecta, que deformada por el tiempo y los sentimientos se hace desgarradoramente real. Y aquí hablo de la única realidad a la que tenemos acceso, esa que nos punza cuando estamos en la soledad de nuestros pensamientos. Es aconsejable desconfiar de las estridencias de las luces brillantes: la ceguera en la sociedad del espectáculo.
Objetos y cuerpos que se vuelven translúcidos por el peso de la luz, transitan la oscuridad de estas páginas, en algún momento vencidos por la rutina, en otros superados por la urgencia del destino, pero siempre impulsados por la esperanza… Una luz silenciosa y muy lejana, una luz de millones años, rompe la oscuridad y parece querer impulsar a esa difusa figura en el tránsito heroico por el inmenso abismo de lo cotidiano.

En la crónica de la historia, hay cierta tendencia a concentrar el relato eventos únicos, en los hitos importantes que señalan el inicio y fin de los grandes acontecimientos, ignorando por insignificantes las microhistorias, esas que suceden en la reducida escala de personal. Pasa en la fotografía de autor algo un poco parecido, donde museos, galerías, editoriales y el mercado parecen favorecer proyectos documentales y artísticos de gran ambición. Aunque esto es correcto porque genera propuestas de gran dimensión que enriquecen el panorama cultural, también es legítimo reivindicar un espacio y proyectos editoriales que sirvan de vehículo a aspiraciones creativas más personales. Como espectador celebro el fotolibro de Maria Tudela y lo incorporo con satisfacción a mi biblioteca. Desde ahí, con su tenue luz, me servirá de faro para transitar en esta breve travesía por la oscuridad.

Gracias, María!!

OSCURO
Fotografía: María Tudela
Diseño: Puri Diaz
Editorial: Demente Ediciones
Marzo 2023

NOTA: Lo que se escucha de fondo es el sonido del pulsar PSR BO329+54, de 5.5 millones de edad.

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INTERSUM


Texto para la exposición  “Intersum” de Tito Matos celebrada en la Sala de Fotografía Sargadelos de Vigo (Octubre-Noviembre/2023)

Mucho antes de que el filósofo y el científico se pronuncien sobre la incertidumbre, ha de ser el poeta quien transite las fronteras de la “razón”. Impulsado por la urgencia que trae cada atardecer, escudriñará la tenue línea que se recorta entre los claroscuros del paisaje. Conteniendo la respiración durante un breve instante, atrapará el halo fugitivo del ocaso, allí donde su mirada intuye una rima. Agitado, aún con el brillo del presagio en los ojos, se alzará con el orgullo de quienes pertenecen a la legendaria estirpe de los cíclopes, para advertir de la ceguera de los que viven prisioneros bajo la línea del horizonte, hechizados por la utopía del simulacro. Y en el crepúsculo del día, invocará el poeta, con tan solo una imagen, la soledad, la belleza y el silencio que habitan sobre la estrecha línea del horizonte, en el incierto límite donde se confunden las luces con las sombras.

Intersum - Tito Matos (2023)

Intersum – Tito Matos (2023)


Enlaces

Exposición de Intersum de Tito Matos en la Sala de Fotografia Sargadelos el 09/10/2023


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MARUSÍA


Por fin tengo el fanzine de Maria Moldes Rodal!! Aquel que hiciera ya hace unos meses bajo la tutela de Julián Ochoa para la serie de monografías “Hablar Fanzine”, y que esperaba desde entonces con cierta ansiedad. Ciertamente el título, MARUSÍA, era prometedor ya que hace alusión a un estado de la mar alterado y en la palabra resonaba el presagio de tempestades.
Después de ojearlo muy brevemente para hacerme una idea del contenido y registro visual del texto, me pareció oportuno crear un entorno de visualización marítimo -para amplificar el efecto de la experiencia- escuchando “A Sea Symphony” de Vaughan Williams. Error. No tiene nada que ver. El mar al que cantan los coros compuestos por William es un océano épico, que busca la gloria universal y en cuyas ondas se inscriben las inmortales gestas de la humanidad y el alma. El mar de Marusía es un mar psicológico, uno que aunque se escribe con letras minúsculas, se extiende infinito en la soledad del yo que lo navega. Este mar no necesita clamores ni fanfarrias. El mar de María no es un mar imaginado en un poema o contemplado en la lejanía, es un mar encontrado y vivido desde la misma intimidad que señalan los versos del poeta de Rianxo con los que se abre el fanzine:
“Fomos ficando sos
o Mar o barco e mais nós”
(Fuimos quedando solos, el mar, el barco y nosotros)
Manuel Antonio, De Catro a Catro (1928)
No hay lugar para la melancolía en este mar de marusía, pero tampoco podemos dejarnos engañar por el acceso de efusividad que precede a la gran línea que se extiende confusa en el horizonte. Es tan poderosa la “fuerza” de este mar agitado, que los sentidos se confunden ante la visión espectral de los habitantes de las profundidades. Este mar insiste en el alma con la intensidad de un presentimiento en los que esperan, pero también va erosionando la memoria de los que ya olvidan. Mar de vivos y muertos, que puede cambiar en un instante de marusía a forte marusía.
  • Marusía – María Model Rodal (2023)

  • Marusía – María Model Rodal (2023)

  • Marusía – María Model Rodal (2023)

  • Marusía – María Model Rodal (2023)

  • Marusía – María Model Rodal (2023)

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ENCUENTROS 5+1

Ya estamos aquí con la segunda temporada de los Encuentros 5+1, los diálogos en torno a la fotografía y te queremos contar de que van y como puedes participar ellos.

Te contamos un poco de que va esto… Para empezar, no se trata de unos visionados; sabemos que hay muy buenas convocatorias de visionados donde para mostrar nuestros trabajos fotográficos, pero nosotros hemos querido quitarle todas las connotaciones y la carga jerárquica que arrastra la palabra en la cultura fotográfica y nos quedamos con la idea de que se trata de un encuentro entre pares que se sientan a dialogar sobre fotografía. En grandes líneas, cada uno de nuestros encuentros se organiza en torno a un proyecto que presenta un autor/a y un panel “crítico” formado por cinco invitada/os que reflexionan, comentan y dialogan sobre el mismo.

EN EPISODIOS ANTERIORES…

La temporada anterior tuvimos el privilegio de conversar con Ana Becerra, Beatriz V. Avila, Jorge Lens, Rafael Bastante y J.J. Guisado. Cinco autores, cinco miradas únicas, cinco encuentros que nos han permitido asomarnos al backstage de la creación de artística: sus motivaciones, su inspiración, el modo en que conceptualizan y resuelven sus ideas, sus dudas… Para cualquier autor confrontar su creación con la mirada y opinión ajena es un punto crítico, un ejercicio en el que la obra inicia un nuevo recorrido y se expone a contexto de significación que escapan del control del autor. Barthes vaticinaba la muerte del autor como absoluto del significado y declaraba el nacimiento del espectador como uno de los paradigmas de la modernidad.

Cada uno de los paneles críticos que han participado en estos encuentros ha estado formados por amigos y especialistas que han iluminado desde su conocimiento y trayectorias profesionales a cada uno de nuestros invitados. Además de Malena Carballo y Paula Fernández Bañuelos que me han acompañado en la organización y coordinación de los encuentros, nos han acompañado Alice WR, Ariadna Silva Fernández, Elena Pedrosa, Héctor Jácome, Isabel Hernández, Jose Fonticoba, Luis Pereira, Orietta Gelardin Spinola, Rafa Badía, Ruth Lodeiro y Xosé Lois Gutiérrez Faílde. Entre autores y miembros de los paneles críticos hemos aprendido y crecido a lo largo de estos encuentros.

CONVOCATORIA T2

Dicho esto, hasta el 29 de septiembre dejamos abierto el plazo para presentar vuestras candidaturas de proyectos para esta segunda temporada. Concluido ese periodo elegiremos 6 para organizar los encuentros que nos ocuparán durante el curso 2023/24.

A modo de “condiciones” vaya el siguiente decálogo:

  • Las personas interesadas pueden presentar un proyecto fotográfico acabado o en curso. No hay limites de imágenes, ni un formato predefinido para hacerlo. Es la propia concepción del proyecto tal como lo plantea cada autor la que determina el formato del proyecto.
  • En la propuesta debes de enviar las fotografias y textos que conforman el trabajo, una pequeña reseña biográfica y otra información que consideres relevante para que hablar de tu proyecto. Puedes enviar todo en un PDF o un enlace wetransfer con toda la documentación.
  • Se realizará una selección de 6 proyectos a programar durante los encuentros que celebraremos de Noviembre/2023 a Mayo/2024. El orden de celebración de los encuentros seleccionados se determinará atendiendo a la llegada de cada solicitud.
  • El comité de la plataforma organizará un panel crítico (5 personas) invitando a fotógrafos, artistas o especialistas de alguna otra disciplina que sean relevantes para comentar cada uno de los proyectos seleccionados. Con la confirmación de todo el panel se convoca a todos los participantes del encuentro en fecha y hora.
  • Los miembros del panel crítico tienen acceso a la documentación enviada por el candidato con anterioridad al encuentro.
  • Las sesiones son online y privadas (Google Meet), duran como mínimo 1 hora y estarán moderadas por uno o más miembros del comité de la plataforma.
  • El comité de la plataforma de encuentros estará integrado por, Malena Carballo, Paula Fernández Bañuelos y Blas González
  • Los encuentros se realizan con una frecuencia mensual e intentamos adaptarnos a las disponibilidades horarias de todos los participantes.
  • No hay que pagar nada para participar en estos encuentros, lo cual no significa que sean “gratis”. Además del tiempo que cada autor/a emplea en preparar y documentar su trabajo para someterlo a la mirada de otros, cada miembro del panel crítico ha de preparar y reflexionar sobre cada proyecto con antelación al encuentro. La suma de los esfuerzos de unos y otros tiene un valor incalculable, y nos enriquece a todos los que participamos.
  • Puedes informarte contactando directamente con cualquiera de los miembros del comité de la plataforma, o participar en esta convocatoria enviando tu propuesta por correo electrónico a encuentros5mas1@gmail.com

MIRADAS


Acabo de recibir el fotolibro “MIRADAS y MIRADAS“, estreno como autor del fotógrafo cubano Reynaldo Ramos Herrera, un ensayo visual de su experiencia en las calles de Madrid en clave humanista. Desde luego, esta obra es una celebración a la vida urbana, dinámica y vibrante, inspirada a por el amable ritmo de lo cotidiano. He vivido algún tiempo en Madrid, y siempre me ha parecido un territorio hostil e impersonal, quizá porque nunca sintonicé con la frecuencia de la ciudad. Sin embargo, la mirada de Reynaldo ha sabido destilar del bullicio algo parecido a la esencia vital de la ciudad. El título que escoge para su libro no me parece baladí y posiciona al autor frente al sujeto como espejo. La mirada que se reconoce a sí misma en lo observado, en una especie de búsqueda por la elocuencia interior.

El ejemplar que remite Reynaldo trae una hermosa dedicatoria en la que incluye una cita mía -una que escribí para el único retratado de los Cadernos da Limia que desafió la estética “deadpan” y no quiso ocultar su sonrisa: “la importancia de un individuo en la comunidad no solo se mide por la notoriedad de las anotaciones en su biografía, si no por su capacidad para crear dinámicas positivas y optimismo”. Creo que este libro apunta en esa dirección, imágenes y textos sobre la belleza de lo pequeño, de aquello que fluye invisible bajo el fragor y el alboroto de lo cotidiano. Este libro, además de honesto y optimista, es un homenaje a un tipo de mirada amable y acogedora que se posa en el activo más valioso de las ciudades: las personas.

En lo fotográfico, la propuesta de Reynaldo es muy atractiva, con algunas imágenes muy inspiradas. Creo que el uso del del blanco y negro es un acierto, que lejos de crear un ambiente nostálgico, delimita formalmente la obra y pone el acento en los gestos y expresiones de los sujetos. La secuencia y puesta en página de las imágenes es muy fresca; formato y tamaño del libro contribuyen positivamente en la experiencia del espectador.

Enhorabuena Reynaldo por este libro, y sinceramente agradecido el doble obsequio que con él me haces: la mención del prólogo y el propio libro que desde ya se incorpora a mi biblioteca en la sección de “AMIGOS“.

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ANTELA, DOÑANA: EL PAISAJE EMOCIONAL

Ambos términos son sospechosamente incompatibles, sobre todo cuando se pronuncian como justificación para la explotación de recursos naturales. Todo desarrollo tiene un coste e implica una transformación, una alteración en las condiciones que mantienen el equilibrio de lo que se pretende sostener. Y aún admitiendo la necesidad de progreso y la buena voluntad de quien planifica por minimizar el impacto ambiental, la historia y el presente confirman el triunfo de la codicia y la especulación.

A pesar de la distancia temporal de mas de 60 años y el cambio en el contexto histórico y político, la controversia sobre la explotación de los recursos hídricos de Doñana tiene muchas similitudes con los argumentos que justificaron la desecación de la Laguna de Antela a principios de los 60 del siglo pasado, sobre todo si anticipamos las consecuencias futuras.

La laguna de Antela era uno de los humedales más grandes de la península, La laguna era uno de los mayores humedales de la península ibérica, con una extensión de 42 kilómetros cuadrados albergaba una maravillosa biodiversidad hoy apenas recordada por quienes alcanzaron a conocerla. La desecación a principios de los 60 de las mas de 3000 hectáreas del humedal, supuso el fin del ecosistema. Según la Sociedade Galega de Historia Natural, diez especies de aves se extinguieron en la Limia y una a nivel ibérico: el ganso común. Y si la destrucción de la biodiversidad no es un argumento suficiente para cuantificar la catástrofe, si lo debería de ser el estrés hídrico que amenaza la zona con acuíferos sobreexplotados y contaminados.

La laguna de Antela era una señal identidad de la comarca limiana, integrada en la economía doméstica, marcaba los ritmos de la cultura e identidad popular. En los debates no se evalúa el impacto emocional que ha causado su desaparición. Hoy vive en la memoria del archivo fotográfico, en la obstinada resistencia de la toponimia local y en algunos símbolos locales que recuerdan su ausencia en la actualidad. Cuando nos alejamos de esas fronteras, la existencia de la laguna es cada día mas difusa…

En cuanto al desarrollo sostenible, conviene distanciarse de los debates salpicados de motivaciones políticas y económicas, interrogarse sobre la viabilidad de un desarrollo sostenible que deja al margen el impacto emocional que la alteración del paisaje provoca y reflexionar como los triunfos de (ayer) hoy serán los lamentos de (hoy) mañana.

Cadernos da Limia (2019)

Cadernos da Limia (2019)

A MULLER da miña VIDA


El tiempo cae sobre la memoria como un manto de nieve, sepultando los recuerdos y dejando apenas entrever los volúmenes difusos de aquella realidad que asaltaba su presente con una precisión casi escandalosa. Para el fotógrafo el blanco no es la nada, es la plenitud de luz de la que emergen las formas; del exceso de luz aún es posible rescatar una imagen, un contorno, las líneas fundamentales. En la luz, aun hay esperanza para el recuerdo…Por el contrario, las sombras todo lo devoran, confundiendo los límites de unas figuras que apenas se adivinan… las sombras son el fundido a negro de la memoria.

Diseminadas a lo largo de una pared blanca -eterna y silenciosa-, unas pocas imágenes: algunas extraídas del álbum familiar, con la pátina del tiempo pegada en su superficie; momentos que se adivinan felices, supervivientes de las pequeñas catástrofes que inevitablemente la fotografía evita.; hay otras imágenes construidas a partir de retazos de otras imágenes que pertenecen a otras realidades imaginadas; hay imágenes que se ocultan, pretendiendo pasar inadvertidas al espectador: desenfocadas, situadas en posiciones incómodas para la mirada y unas pocas encerradas en un cajas a la que solo accederán aquellos espectadores que ignoren -o trasgredan- ritual del cubo blanco (“se mira, pero no se toca”).

Las fotos que se extienden en una línea horizontal, a diferentes alturas y en diferentes tamaños, parecen un cronograma, de esos en los que los planificadores de procesos sitúan los distintos eventos que se prevén en el desarrollo de un proyecto. Pero la metáfora industrial se agota enseguida, porque este es un trazado del pasado, presente y futuro, un relato donde el peso emocional de cada hito no tiene que ver con la altura y la posición, ni con objetivos y logros. Existe un línea poderosa e imperceptible que recorre esta pared blanca conectando cada uno y todos los puntos, un hilo conductor que es trasunto de una vida que bajo el manto de nieve insiste en palpitar y mantener la memoria, un relato que, aunque adornado de anécdotas para quien lo contempla desde fuera, podría saturar de imágenes y palabras cada milímetro de esta pared y otras paredes blancas… No hace falta ser más explicito, no se requieren justificaciones adicionales, ni necesitamos conocer la pequeña historia que trae adherida cada fotografia, para entretener la mirada y el pensamiento en estos recuerdos que nos son, a un mismo tiempo, tan ajenos y nuestros. Lo que el título declara, el silencio y la memoria lo confirma.

Enhorabuena, Puri Diaz, por esta interesante propuesta. “A MULLER da miña VIDA” estará disponible en la Sala Rosalía de Castro de la sede de la Deputacion Pontevedra, Vigo hasta el 28 de abril.

  • A MULLER da miña VIDA
  • A MULLER da miña VIDA
  • A MULLER da miña VIDA
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DAR ALENTO

Quizá sea un poco arriesgado atreverse a proclamar un nuevo impulso de la fotografía en Vigo por la coincidencia de 4 o 5 exposiciones en la ciudad con la imagen fotográfica como tema central de sus propuestas. A la tradicional programación de la Sala de Fotografía Sargadelos -donde hasta finales de Marzo muestra Sara Miranda su obra “Augamares”-, se han sumado recientemente Apo’strophe.arte que apuesta por la fotografía en sus últimas convocatorias -actualmente la colectiva “Sin título” que incluye una miscelánea de fotografía y escultura, el MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo con el imponente “Desapego” de Andrea Costas Lago o las dos exposiciones fotográficas que simultanean la oferta de la Sede de la Deputacion Pontevedra, Vigo. Aunque este renovado interés quizá no tenga una traducción directa en la afluencia de público a las exposiciones (ni en general, a la percepción del medio por la audiencia), si puede estar contribuyendo a que se generen las condiciones para que la fotografía pueda salir de la retaguardia cultural y posicionarse como una opción viable para autores y público. Aunque ese sería otro debate..

En la Sala Maruja Mallo de la sede de la Diputación de Pontevedra en Vigo expone, hasta finales de abril, Ofelia Cardo la obra “Dar Alento”, una recopilación de piezas pertenecientes a distintos periodos creativos de la autora que se extienden durante casi 20 años. Aunque el concepto de ecofeminismo me resultaba ajeno hasta que visité la exposición, comprendo que la alineación del pensamiento feminista con el ecologismo forma parte de una visión que considera la degradación de medio ambiente y la marginalización de otros grupos sociales como la consecuencia inmediata de un modelo capitalista, liberal y patriarcal. El término “ecofeminismo” fue acuñado por Françoise d’Eaubonne en la década de los 70 del siglo pasado, y su autora argumenta como ”la opresión, la dominación, la explotación y la colonización de la sociedad patriarcal occidental han causado directamente un daño medioambiental irreversible”. Sin duda, las estrategias des-individualizadoras de la globalización, atenta contra la naturaleza y armonía intima de la humanidad, reduciendo a personas y medio ambiente a la categoría de recursos que deben de ser explotados.

Desde esta perspectiva, me sitúo ante la propuesta de Ofelia Cardo y hago propia la reivindicación y la urgencia de justicia universal, que desde estos presupuestos ecológicos la autora propone. ¿De qué forma se puede invocar la necesidad de recuperar el equilibro perdido? ¿Hemos alcanzado el punto donde se ha comprometido irremediablemente la viabilidad de la civilización? ¿Cuál es la responsabilidad que debemos exigir a quienes han/hemos situado la lógica de progreso y el bienestar como la única justificación de esta destrucción? ¿Nos complacemos manteniendo perimetrada a la Naturaleza en parcelas dominadas por la lógica cartesiana? s complacemos manteniendo perimetrada a la Naturaleza en parcelas dominadas por la lógica cartesiana? Hay una declaración de activismo artístico implícito en “Dar Alento”, y algunas de estas cuestiones se plantean mostrando las heridas que vulneran los cuerpos vegetales. En el preámbulo de la exposición, lo orgánico se confronta con las estructuras de la razón: la linealidad con la que se organizan las series fotográficas de árboles, como mecanismo de imponer regularidad y control a una vegetación urbana que se resiste al rigor del asfalto; o los reductos ortogonales donde se confinan unos frágiles brotes de hierba, parecen denunciar la precariedad a la que se somete la esperanza. Ya, en el interior de la sala, rodeados de una luz tenue y reflexiva, penetramos un “bosque” íntimo y reconfortante que nos acoge en el centro de la sala -cualidad de lo textil, que nos protege- y desde ese refugio la mirada es testigo de los cuerpos doloridos y torturados, de las heridas cosidas, de las tensiones que someten a la humanidad en lo que se anticipa como el ocaso de la civilización.

Habrán de venir más exposiciones en los próximos meses, otros espacios de la ciudad que ofrezcan sus paredes para que autores y autoras, desde diferentes posiciones, sensibilidades o ideologías, propongan nuevos temas de reflexión para agitar la conciencia o estimular el pensamiento crítico. Como espectadores no solo deberíamos celebrar y dar la bienvenida a todas estas propuestas, tenemos el deber moral de aprovechar esta oferta como excusa para dinamizar un debate cultural en el que, por desgracia en nuestra ciudad, todo su aliento tiene una luz tristemente artificial.

THE SECRET

Texto para participar en la publicación “The Secret of Robert Frank”. Una propuesta de Eduardo Ponce en la que se invita a descubrir el secreto que se encierra en la historia de un fanzine creado a partir de una selección de fotografias de los Americanos de Robert Frank.

Nunca pude saber los nombres de todas aquellas personas, ni conocer con certeza donde se encontraba aquel lugar maldito, pero la misma tarde en que murió Wilson B. Wright yo recibí aquella carta misteriosa, en la que mediante una selección de fotografías de Robert Frank, se anticipaban unos acontecimientos que aún habían de suceder. Estampada en el sobre, la diminuta figura en tinta de una mujer. En el interior, una misiva en la que se me invitaba a descubrir el terrible misterio que encerraba esta secuencia de imágenes.

Era una muerte anunciada. Aunque las sospechas iniciales señalaban a Rufus, el alocado hijo del gobernador insistía que aquel día se encontraba “trabajando” en las granjas que la familia explotaba en la carretera de entrada del condado, y nada tenía que ver en el asunto. Era muy habitual la indolencia con la que se conducía el muchacho y sus continuas ausencias del despacho exasperaban a su padre, quien tenía que lidiar con todo el trabajo. Pero lo cierto es que nadie había visto a Rufus ese día.

Ningún blanco asistió al funeral de Wilson al día siguiente y las noticias locales apenas mencionaron la brutal paliza que acabó con la vida del granjero de color. Todos los hombres de la “Sociedad” se congregaron a esa misma hora en el bar, como si nada hubiese sucedido. En la rocola sonaba “I’m moving on” en la voz de Hank Snow. A pesar de la música, el ambiente estaba cargado y la tensión era evidente. A la mañana siguiente, la corona fúnebre que adornaba la tumba de Wilson apareció pateada.

La desconfianza y el recelo se habían instalado entre la comunidad negra de aquella pequeña comarca rural. El gobernador no podía ocultar su preocupación y se mantenía circunspecto y pensativo en las veladas de sociedad a las que su mujer tan aficionada era… Nunca quedó demostrado, si la muerte un par de semanas después de Joe Peabody sucedió para vengar la muerte de Wilson, o quizá la provocaron los insultos racistas con los que el viejo borracho solía increpar a los temporeros que venían a la cosecha del guisante. En los locales de la zona, un obstinado silencio enmudeció todas las rocolas, que se empeñaban en el banal glamour de sus luminarias. Entre las sombras, la gente escudriñaba cualquier movimiento extraño en la oscuridad.

Durante aquel tiempo la vida del condado se detuvo. La gente permanecía oculta, buscando las sombras, quizá demasiado temerosos para mostrarse a plena luz del día. Las sociedades más frágiles siempre sucumben bajo el miedo, que en esta ocasión se cobró una nueva víctima: el mismo Rufus. Tan solo sus padres velaron el cadáver. Este vacío era el peaje del rencor rancio que sigue al odio, donde se alimenta la semilla de la fe en lo invisible. ¿Cómo el humilde y el poderoso pueden pronunciar un mismo credo? En verdad os digo, que es tan pesada la cruz de paja para un pobre, como lejana la promesa de salvación para un rico. Así ha sido, es y será.

A unas cuantas millas del pueblo, en un bar de carretera, trabajaba desde hace unos meses Nora, la hija pequeña de los Wright. Su hermano Wilson la había enviado allí, en un intento de ocultar a la comunidad evangélica el escándalo de su embarazo de soltera. Al ritmo de un blues de Memphis Minnie, el nieto ilegítimo del gobernador despertaba de la siesta en una cuna pobremente improvisada en el suelo. Las incertidumbres del presente apenas dejaban tiempo a Nora para preocuparse por las lúgubres perspectivas del futuro de su hijo. Para ella, el sueño americano siempre había sido una fantasía alejada de su realidad, una entelequia con la que adornar los discursos de los Fundadores de la Nación, un mito de igualdad de oportunidades que poco tenía que ver con la alienante estampa que uno podía contemplar cada día con tan solo subirse al tranvía: desde las ventanillas del vagón, los viajeros contemplaban, entre escépticos y cansados, como el cotidiano ir y venir de sus vidas no los llevaba a ninguna parte.

En el sueño americano de Nora, era posible amar a Rufus. Creyó que la fortaleza de su amor podría ser un argumento convincente para doblegar las intransigentes consideraciones de la moral puritana y las hipócritas mezquindades de una sociedad polarizada por el color de la piel. Soñaba en que, bajo un mismo cielo estrellado, los caminos de todos los americanos discurrían en paralelo, avanzando hacia un destino común. No era capaz de imaginar cuan alejados estaban unos americanos de otros: si, contemplaban el mismo desfile, pero desde realidades totalmente diferentes.  Ni despertando de su sueño, Nora llegó a sospechar jamás como en los oscuros telares del poder, se había tejido su destino y el del pequeño Charlie Rufus Wright.

Cuando el gobernador supo de la relación de su hijo con Nora, se pusieron en marcha los mecanismos de extorsión económica. Wilson no podía permitirse perder la granja, pero vislumbró una oportunidad de chantajear al poderoso, aunque para ello debería de mantener alejada a su hermana, protegida contra cualquier intento de represalia. El chantaje irritó al gobernador, quien decidió ir un paso mas allá, trayendo de New York a los infames “Turkeys of Death”, quienes gozaban de cierto predicamento en la resolución “silenciosa” de este tipo de situaciones. La presencia inoportuna de Joe Peabody, cuando los tres sicarios trataban de convencer a Wilson B.Wright, lo convirtieron en un incómodo testigo y provocaron un efecto colateral. Sin embargo, nunca sabremos la razón de la muerte de Rufus. El gobernador rehusó obstinadamente en pronunciarse al respecto, y tampoco puso demasiado empeño en localizar a Nora en las semanas que siguieron.

En el sobre marrón encontré un fanzine con unas fotografías en blanco y negro, que “narraban” visualmente esta historia. Quién lo preparó tuvo la precaución y el ingenio de no delatar a los personajes, ni identificar los lugares donde transcurrieron los hechos, pero dispuso y entrelazó las imágenes para que se creara un continuo narrativo, que me sacudió desde el primer momento, y que me reveló poco a poco esta terrible historia. Solo me quedaba contarla y descifrar el epílogo con el que concluye este cuaderno de fotos: son muy inestables los caminos que conducen al júbilo y la exaltación, con frecuencia cimentados en falsas promesas, absurdas convicciones o la abnegada fidelidad al color de una bandera. Con no poca frecuencia, los méritos de quienes tan sonoramente proclaman sus éxitos poco tienen que ver con la ética, la dignidad o la inteligencia. Es muy estrecha la distancia que separa la ambición que ilumina una exclamación, de la sombra de dudas que proyecta una interrogación.

PRIMORDIAL

Hoy he visitado la exposición Augamares de Sara Miranda que desde el sábado pasado (14/01/2023) se muestra en la Sala de Fotografía Sargadelos de Vigo. He penetrado en silencio al interior del espacio de luz y piedra de la sala, expectante y alerta, atraído por un lado por la resonancia evocadora del título, pero preparado para un eventual “shock” estético. Tal había sido la sorpresa que me causara la obra de Sara cuando tuve mi primer contacto con ella ya hace unos meses. De aquella ocasión -otra exposición comisariada por Elena Gomez Dahlgren-, recuerdo el atrevimiento salvaje y la luz cortante de algunas de las fotografías con las que la artista respondía al tema propuesto en aquella muestra colectiva, y un retrato que le hice en el que se mostraba segura y confiada.

Al instante se disiparon todas las dudas. En Augamares, la fotógrafa cambia radicalmente de registro, aunque sin renuncia a su marca personal: el simbolismo. Sin duda, la figura humana es el elemento central de su mensaje, pero esta vez aparece revestido de atributos místicos ¿acaso la colcha no semeja una casulla, y el personaje que la viste celebrante de un misterioso y arcano ritual marino? ¿y el ramo de flores, no es la ofrenda que adorna y bendice la ceremonia? ¿Es de naturaleza humana o sagrada ese personaje que se atreve a rasgar el velo de la luz? ¿No percibís un aire de cándida divinidad en esa mirada que se preserva inmaculada entre plásticos? ¿Qué decir de los tocados rituales con el que las vírgenes vestales se entregan al ritual? ¿o del liquido amniótico que detiene el tiempo y los gestos de aquellos que esperan el parto del embrión que se gesta en este caldo primordial? ¿Y nos os parece terrible el lado oscuro que se concentra en la pared contraria, desde donde las fuerzas malignas desafían los poderes de la luz?

Ciertamente es una propuesta compleja, con imágenes cargadas de simbolismo y elocuencia. Las imágenes hablan entre ellas, en lo que por momentos parece un juego con la trascendencia: el velo que elevaba a la gloria a aquella deidad de la luz, se convierte en el sudario en el que se envuelven sus despojos cuando se precipita en la oscuridad. Personalmente, me parece una propuesta coherente en lo visual, estimulante en lo conceptual y con una dimensión inquietante, que seguramente guarda relación con la misteriosa profundidad de las aguas a las que hace referencia el titulo escogido.