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MARUSÍA

septiembre 24, 2023

Por fin tengo el fanzine de Maria Moldes Rodal!! Aquel que hiciera ya hace unos meses bajo la tutela de Julián Ochoa para la serie de monografías “Hablar Fanzine”, y que esperaba desde entonces con cierta ansiedad. Ciertamente el título, MARUSÍA, era prometedor ya que hace alusión a un estado de la mar alterado y en la palabra resonaba el presagio de tempestades.

Después de ojearlo muy brevemente para hacerme una idea del contenido y registro visual del texto, me pareció oportuno crear un entorno de visualización marítimo -para amplificar el efecto de la experiencia- escuchando “A Sea Symphony” de Vaughan Williams. Error. No tiene nada que ver. El mar al que cantan los coros compuestos por William es un océano épico, que busca la gloria universal y en cuyas ondas se inscriben las inmortales gestas de la humanidad y el alma. El mar de Marusía es un mar psicológico, uno que aunque se escribe con letras minúsculas, se extiende infinito en la soledad del yo que lo navega. Este mar no necesita clamores ni fanfarrias. El mar de María no es un mar imaginado en un poema o contemplado en la lejanía, es un mar encontrado y vivido desde la misma intimidad que señalan los versos del poeta de Rianxo con los que se abre el fanzine:

“Fomos ficando sos
o Mar o barco e mais nós”
(Fuimos quedando solos, el mar, el barco y nosotros)
Manuel Antonio, De Catro a Catro (1928)

No hay lugar para la melancolía en este mar de marusía, pero tampoco podemos dejarnos engañar por el acceso de efusividad que precede a la gran línea que se extiende confusa en el horizonte. Es tan poderosa la “fuerza” de este mar agitado, que los sentidos se confunden ante la visión espectral de los habitantes de las profundidades. Este mar insiste en el alma con la intensidad de un presentimiento en los que esperan, pero también va erosionando la memoria de los que ya olvidan. Mar de vivos y muertos, que puede cambiar en un instante de marusía a forte marusía.